Nuestras células producen miles de proteínas, pero más de un tercio de esas proteínas sólo puede desempeñar su función después de migrar hacia el exterior de la célula. Si bien se sabe que la migración de proteínas sucede con la ayuda de varios “nanomotores” que las empujan hacia fuera de la célula, poco se conoce sobre su funcionamiento mecánico exacto. Una nueva investigación realizada por el equipo de Anastassios Economou, del Instituto Rega, y el Laboratorio de Bacteriología Molecular, ambos centros adscritos a la Universidad de Lovaina en Bélgica, revela los entresijos de uno de tales nanomotores, llamado SecA.
La migración de proteínas es una cuestión fundamental en biología, y un fenómeno esencial para la vida. Ejemplos de proteínas que migran los tenemos en la insulina (la ausencia de la cual lleva a la diabetes), anticuerpos (esenciales para combatir infecciones), y los canales de membrana (cruciales para la función celular neuronal).
Los péptidos señalizadores actúan como direcciones postales y dirigen a las proteínas exportadas hacia la membrana para ser transportadas fuera de la célula.